Nuevo vs antiguo: diferencias y equivalencias en el etiquetado energético

¿Te has fijado en que muchos electrodomésticos ya no tienen las etiquetas A+, A++ o A+++? Desde 2021, la Unión Europea cambió completamente la forma de clasificar la eficiencia de los productos, introduciendo una escala más sencilla y exigente. En este artículo te explico qué cambió en el etiquetado energético antiguo y nuevo, cómo entender las equivalencias y qué significa realmente cada letra.
- Por qué se cambió el etiquetado energético
- Principales diferencias entre el etiquetado antiguo y el nuevo
- Equivalencias entre el etiquetado antiguo y el nuevo
- Cómo interpretar las nuevas etiquetas hoy
- Qué cambia para el consumidor
- Consejos rápidos para no confundirte
- Preguntas frecuentes sobre la diferencia de etiquetado energético antiguo y nuevo
Por qué se cambió el etiquetado energético
Durante años, las etiquetas energéticas con A+, A++ y A+++ se habían quedado obsoletas. Prácticamente todos los productos del mercado estaban en la parte alta de la escala, lo que hacía difícil distinguir los más eficientes. Para solucionar esto, la UE decidió volver a una escala simple de la A a la G, más clara y estricta.
El objetivo es que los consumidores puedan comparar mejor los productos y que los fabricantes sigan innovando para alcanzar la nueva clase A, que se reserva a los electrodomésticos más avanzados tecnológicamente.
Si todavía no estás familiarizado con el sistema actual, puedes consultar la guía del etiquetado energético 2025, donde se explica paso a paso cómo leer la etiqueta y qué significa cada apartado.
Principales diferencias entre el etiquetado antiguo y el nuevo
La diferencia más visible está en la escala de eficiencia. Antes, un electrodoméstico A+++ era el más eficiente, pero ahora esa categoría ha desaparecido. Las nuevas etiquetas utilizan letras de la A a la G, con colores que van del verde oscuro (más eficiente) al rojo (menos eficiente).
Otras diferencias importantes son:
- Mayor precisión en los cálculos de consumo energético.
- Incorporación de un código QR, que permite acceder a la base de datos europea (EPREL) con todos los detalles del modelo.
- Indicadores más específicos según el tipo de aparato: kWh/100 ciclos en lavadoras, kWh/1000h en televisores o lúmenes por vatio en bombillas.
Estas mejoras hacen que el nuevo sistema sea más realista y comparable entre marcas.
Equivalencias entre el etiquetado antiguo y el nuevo
Aunque no existe una conversión exacta, se puede hacer una aproximación orientativa entre el sistema antiguo y el actual.
| Antiguo sistema | Nuevo sistema aproximado |
|---|---|
| A+++ | B o C |
| A++ | C o D |
| A+ | D o E |
| A | E o F |
| B o inferior | F o G |
Por ejemplo, un frigorífico que antes era A+++ puede aparecer ahora como B o incluso C, sin que haya perdido eficiencia. Simplemente se ha recalibrado la escala para que la clase A quede libre para los modelos más avanzados del futuro.
Cómo interpretar las nuevas etiquetas hoy
Al comprar un electrodoméstico, no te centres solo en la letra. Dos modelos de clase C pueden tener diferencias notables en su consumo. Lo importante es mirar los kWh indicados y los valores específicos del producto.
Además, el código QR incluido en la etiqueta te lleva a la ficha técnica oficial, donde podrás comparar fácilmente modelos similares y ver datos como ruido, capacidad o consumo en diferentes modos.
Si necesitas aprender a leer la etiqueta paso a paso y entender qué significa cada elemento, la guía del etiquetado energético 2025 te servirá de apoyo perfecto.
Qué cambia para el consumidor
El nuevo sistema beneficia tanto a los consumidores como al medio ambiente:
- Facilita la comparación entre modelos.
- Motiva a los fabricantes a mejorar la eficiencia.
- Permite un ahorro energético más claro y medible.
Aunque pueda parecer confuso al principio, esta nueva escala hace que la información sea más transparente y útil para decidir qué electrodoméstico comprar.
Consejos rápidos para no confundirte
- Si ves una clase C o D, no significa que el aparato sea poco eficiente: la escala es más exigente.
- Usa siempre el código QR para comprobar la información oficial.
- Compara modelos de la misma categoría y con capacidades similares.
- Piensa a largo plazo: un modelo más eficiente puede suponer un ahorro de hasta 150 € en 10 años.
Preguntas frecuentes sobre la diferencia de etiquetado energético antiguo y nuevo
¿Por qué desaparecieron las etiquetas A+, A++ y A+++?
Porque la mayoría de productos ya alcanzaban esas clases y era difícil diferenciarlos. La nueva escala A–G simplifica y endurece los criterios.
¿Un electrodoméstico clase D consume mucho?
No necesariamente. Con la nueva escala, una clase D puede ser igual o más eficiente que una antigua A++.
¿Cómo saber si una etiqueta es nueva o antigua?
Las nuevas etiquetas incluyen un código QR que te lleva al registro europeo de productos para el etiquetado energético y una escala de la A a la G sin símbolos “+”. Si ves esos signos, es la versión antigua.
¿Qué pasa si un producto aún tiene la etiqueta vieja?
Durante un tiempo convivirán ambas. Algunos modelos antiguos pueden seguir en tiendas con la etiqueta anterior hasta agotar stock.
¿Puedo comparar una etiqueta nueva con una vieja?
No directamente. La metodología de medición cambió, así que conviene fijarse en el consumo en kWh, no en la letra.
¿Dónde puedo descargar la tabla de equivalencias?
Puedes guardar esta misma tabla o descargar una versión actualizada desde la web oficial de la UE o desde la sección de recursos de Ahorrar Energía en el Hogar.

Deja una respuesta